Yuki se ha sentido frustrada desde que su marido fue hospitalizado debido a una lesión. En ese momento, el mejor amigo de su marido, Tetsuya, vino a ver a Yuki, preocupado porque estaba sola. Su cuerpo solitario comienza a dolerle por la fuerza varonil que le falta a su marido, y tan pronto como despide a Tetsuya, comienza a entregarse a fantasías obscenas. Tetsuya acaba de venir a ayudar en la casa. ¿Pero qué soy...? No te sientas culpable