Mikako deja caer su teléfono inteligente al borde de la carretera. Por suerte, un extraño hombre pervertido lo recoge y utiliza el vídeo de masturbación de citas en su teléfono inteligente como material para chantajear a Mikako, encarcelarla y entrenarla de una manera pervertida... Y antes de que te des cuenta, Mikako se vuelve como una bestia...