La persona que vino a recibirme era una mujer casada y tranquila. Cuando le quité la ropa, vi sus grandes tetas con un enorme escote. Sin embargo, además de su maravilloso cuerpo, esta esposa tenía otras características sorprendentes. Es decir, sus pezones son anormalmente débiles. Cuando se lo inserto, ella comienza a tocarse los pezones, y cuando estimulo sus senos, sigue gritando con cara de llanto. Después de todo, durante el sexo.