Cuatro madres guarras se pierden en la lujuria por las pollas erectas de sus hijos... días acaban chupándoles la polla a sus hijos. Quiero que me folles cuantas veces quieras...Quiero que te ensucies... Perdón por ser una madre tan traviesa... ya no puedo vivir sin ti... [Madre e hijo se aparean] entrelazados casi todas las noches, no pueden vivir sin los genitales del otro y son adictos a placer.