Una chica preciosa que es como un soplo refrescante entre los sofocantes socios del club. Su estilo de trabajo cuidadoso y considerado es el epítome de una mujer. Después de limpiar el dojo, notó que un hombre pervertido la seguía cuando regresó a casa, pero fue arrestado y se lo llevaron. Sus pechos bien formados quedan expuestos y su coño sin pelo se abre con dedos distorsionados y se lo follan todo lo que quiere. Le pido ayuda pero él me ignora. Dejé que mi polla entrara. [Tiempo de grabación] Hora