Durante mi pausa para el almuerzo, estaba sola con la empleada sentada a mi lado que siempre mostraba sus regordetas piernas en pantimedias negras y sus grandes bragas en el trasero. Nunca volverás a tener una oportunidad como ésta. Estoy temblando de emoción mientras le doy patadas y le acaricio las piernas con cuidado, lamiéndolas y haciéndola sentir incómoda. Incluso cuando todos lleguen a casa, te atraparé en tu punto ciego y mantendré tu boca cerrada para que no la sueltes. Mete tu mano dentro de las pantimedias y llena tu coño.