Cuando regresé a casa después de un largo descanso, se me acercó una mujer casada sexy con un cuerpo regordete en la calle. Pensé que era alguien, ¡pero resultó ser Shion, mi amiga de la infancia! Estábamos felices de reunirnos, pero no pudimos resistirnos a su seductor cuerpo... Shion intenta descartarlo como un error puntual, pero está frustrada porque no tiene relaciones sexuales con su marido y me folla la polla repetidamente por deseo.