Una empleada sencilla y taciturna de la empresa. El Sr. Mizukawa se emborrachó en una fiesta y decidimos ir juntos a un hotel... Noté que ella era sorprendentemente linda y cuando probé con él, el Sr. Mizukawa era más lascivo que mi imaginación. ¡Me corro aún más! De los intensos besos con lengua, estalla la marea de Saddle. Soy la única persona en la compañía que sabe lo erótico que es esto...