Soy Mio. Tú conservas a Mio. En el casillero de la empresa para la que trabajas. ¡Mio escuchará todo lo que digas porque te ama! Temprano en la mañana llegas al trabajo y caminas por la oficina vacía como un perro. Para aliviar el cansancio de las horas extras, Mio chupa suave y cuidadosamente tu chupete con la boca. Atado por un anciano de un socio comercial con velas y un vibrador