JULIA es testigo de cómo su padrastro roba dinero de su billetera y es violado. La sensibilidad aumenta con el masaje contundente de los senos y la tortura de la glándula mamaria de Spence, ¡y está apretado! ¡Todo su cuerpo es atravesado de placer por el pistón que la agarra mientras la ordeña! Aunque odia a su suegro... JULIA acaba amando sus persistentes caricias en sus pechos. Mi personalidad queda destruida por el placer de superar mis límites y babeo profusamente.