Asami ha decidido dejar la empresa en la que ha trabajado durante muchos años para poder avanzar en su carrera. Lo único que lamento es mi relación con Hajime, que tenía mi edad y sentía algo por mí. Después de la fiesta de despedida, Asami da el paso e invita a Hajime a su casa. Aunque está confundido, Hajime entra a su casa y los dos beben y se miran fijamente, y en ese momento, se besan apasionadamente como si ambos desearse el uno al otro. El placer explota y es intenso.